A 5, que es la mitad del universo, huele tibiamente el aire que tus cabellos envolvieron
Recuerdo perfectamente la canción camino a casa y sus pies desnudos
También la tierra húmeda y su menester de madre Pro-creadora
Como nacían aquellas horas del silencio infinito
Infinito de una mirada
Tan perpetuas e inexistentes a la vez,
Como el mismo tiempo
Tan enraizadas a la vez en mi propia historia,
Sabiéndolo sin saber
Sabiéndolo sin haberlo vivido… ¿y habiéndolo vivido?
A primigenios años y ahora sabiendo que nada es, y todo lo es,
Que todo ha sido un curso normal, en la línea delgada del sendero,
En el que se resiste, resbala, y en el que aclama, se ahoga
La vida que no es la que estamos pensando, sino la que mora en el silencio
… Está, y es verdad. Es infinitamente el mundo e infinitamente el mundo es ella
... como el día blando que se recuesta sobre el suelo, el aire, las paredes, los árboles, los caminos...
Ante mi transparencia, y mi inapariencia, que re-vive de esta verdad tan inmensa
A 28, a una o dos centurias, seria lo mismo, aclararlo
Que irrefutablemente he vivido, e irrefutablemente lo estoy,
Muy a pesar de estos huesos húmeros, estas corneas y esta piel.
Ahora lo ves, que no importa de cuanto tiempo te hable
Que hemos vivido ante el espejismo de los sentidos
Que todo ha sido, es y será inalterablemente…
...Verdad.
domingo, 11 de enero de 2009
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